- may 22,2011
Por Andrés Pascual
Cabeza, agarres, empujones, ¿Qué menos se podía pedir?
Justo es decirlo después de un yerro de opinión: Bernard Hopkins, que todavía hace de su training un templo, que pone a buen recaudo de los vicios populares ajenos al ring su vida personal y, sobre todo, porque acaso sea el único peleador que se toma en serio el oficio en tiempos de irresponsable desgano y poca clase en todo, dominó al haitiano Jean Pascal (28 años) a su manera…pero con las piernas y el aire que no debió exhibir para semejante reto.
Entre agarres, empujones, poca puntería en los golpes y solo 6 buenos impactos entre ambos a lo largo de 12 rounds de pancracismo; es decir, con su marca registrada, Bernard Hopkins se impuso por puntos el sábado en Montreal al haitiano Jean Pascal por las fajas lightheavy del CMB, OIB y los “¿títulos de The Ring…?”
La pelea comenzó con el perdedor boxeando y dominando durante tres rounds, lo que parecía que era la táctica indicada ante un viejo peleador, zorro del oficio, que ha hecho de todo en más de 20 años de carrera, por lo que no debió dejarse llevar al territorio que buscaba el hoy campeón light heavyweight; sin embargo, quizás lo que dio la impresión de un error al cambiar la pelea desde afuera, bailando, con entradas y salidas rápidas, al intercambio contra un gladiador que sabe qué hacer sin necesidad del consejo de la esquina, realmente fue la imposición del ritmo “a su manera” por neta superioridad sobre Pascal y no solo en estatura y alcance.
Desde el 5to-6to, casi todo el mundo sabía que al monarca ejecutado por la “decisión ocamba” le iba a ser muy difícil no solo ganar; sino entablar, sobre todo, porque en la fila de los magistrados, a diferencia de lo que se acostumbra para un extranjero en la difícil y controversial plaza canadiense, no había ningún súbdito de la reina Isabel.
Entonces Hopkins se adueñó del ring, a pesar de un par de buenos e insuficientes golpes tirados por Pascal que, apareados a los 4 que envió, le dieron la victoria. La actuación del referí, pésima, fue lo único que evidenció la razón por las críticas a Canadá como plaza difícil para que gane un visitante, al no contarle knockdown a Pascal cuando cayó por una clara derecha.
En resumen, con su nuevo campeonato (récord de edad) “para inquilinos de asilos”, Bernard Hopkins continúa contra el tiempo y contra las críticas irresponsables por su integridad física; aunque, con campeones como Pascal, Archie Moore hubiera ganado a los 75 años y no trato de despojar de valor la victoria del Verdugo, sino solo ser justo
Cabeza, agarres, empujones, ¿Qué menos se podía pedir?
Justo es decirlo después de un yerro de opinión: Bernard Hopkins, que todavía hace de su training un templo, que pone a buen recaudo de los vicios populares ajenos al ring su vida personal y, sobre todo, porque acaso sea el único peleador que se toma en serio el oficio en tiempos de irresponsable desgano y poca clase en todo, dominó al haitiano Jean Pascal (28 años) a su manera…pero con las piernas y el aire que no debió exhibir para semejante reto.
Entre agarres, empujones, poca puntería en los golpes y solo 6 buenos impactos entre ambos a lo largo de 12 rounds de pancracismo; es decir, con su marca registrada, Bernard Hopkins se impuso por puntos el sábado en Montreal al haitiano Jean Pascal por las fajas lightheavy del CMB, OIB y los “¿títulos de The Ring…?”
La pelea comenzó con el perdedor boxeando y dominando durante tres rounds, lo que parecía que era la táctica indicada ante un viejo peleador, zorro del oficio, que ha hecho de todo en más de 20 años de carrera, por lo que no debió dejarse llevar al territorio que buscaba el hoy campeón light heavyweight; sin embargo, quizás lo que dio la impresión de un error al cambiar la pelea desde afuera, bailando, con entradas y salidas rápidas, al intercambio contra un gladiador que sabe qué hacer sin necesidad del consejo de la esquina, realmente fue la imposición del ritmo “a su manera” por neta superioridad sobre Pascal y no solo en estatura y alcance.
Desde el 5to-6to, casi todo el mundo sabía que al monarca ejecutado por la “decisión ocamba” le iba a ser muy difícil no solo ganar; sino entablar, sobre todo, porque en la fila de los magistrados, a diferencia de lo que se acostumbra para un extranjero en la difícil y controversial plaza canadiense, no había ningún súbdito de la reina Isabel.
Entonces Hopkins se adueñó del ring, a pesar de un par de buenos e insuficientes golpes tirados por Pascal que, apareados a los 4 que envió, le dieron la victoria. La actuación del referí, pésima, fue lo único que evidenció la razón por las críticas a Canadá como plaza difícil para que gane un visitante, al no contarle knockdown a Pascal cuando cayó por una clara derecha.
En resumen, con su nuevo campeonato (récord de edad) “para inquilinos de asilos”, Bernard Hopkins continúa contra el tiempo y contra las críticas irresponsables por su integridad física; aunque, con campeones como Pascal, Archie Moore hubiera ganado a los 75 años y no trato de despojar de valor la victoria del Verdugo, sino solo ser justo
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