jueves, 26 de mayo de 2011

Roy Jones la Sombra de un boxeador

  • may 25,2011
Jones jr vs. Denis Lebedev
       Lo mejor y más completo en un ring desde que Sugar Ray Leonard se retiró, vaga sin rumbo fijo y planta campamento donde le paguen algo por presentarse, más como un nombre bueno para que un mediocre escale en los rankings, que como la maravilla del boxeo que fue.
       No es el primero ni será el último de los peleadores que se resisten a retirarse; es otro más, lo que pasa es que, cuando se trata de un inmortal genuino, tal vez del último de los grandes, da que pensar y el manto sombrío preocupa y molesta.
         Este hombre fue tan bueno que rompió esquemas: jugaba un partido de baloncesto previo a una pelea y le solicitó a las comisiones la posibilidad de disputar dos pleitos en cada cartelera en que se presentaba, así de confiado en sí mismo era.
         El fanático lo vio como a un invencible sin discusión, sin contrarios, porque no solo era mejor que la oposición, sino que los hacía lucir enanos, impotentes. Todo lo hacía bien, desde moverse a una velocidad vertiginosa, hasta utilizar con la precisión de los grandes de antaño el ring que, después de él, nadie lo ha vuelto a caminar como indican los manuales.
         Acaso su pelea más cerrada fue la primera que celebró contra Hopkins, que se fajó de tú a tu con el Prodigio de Pensacola y, para mí, ha sido la mejor pelea que disputara el Verdugo en su carrera, esa es un clásico del que casi nadie quiere acordarse.
         Pero Roy Jones jr pretendió llevar parejo el exceso ajeno al ring: las drogas, la música, las mujeres…la promoción artística, con la que perdió un capital.
         La pelea Pascal-Hopkins, la de Dawson-Diaconu en Canadá y la noticia del internamiento para rehabilitación de Oscar de la Hoya, colocaron en 3era y sin fotos que Roy Jones jr. se dio un viajecito a Rusia para caer por nocao en el décimo round contra el nativo Denis Lebedev, en pelea especial de la división crucero. Fue el sábado pasado.
         Roy Jones jr. tiene serios problemas financieros, botó el dinero lo mismo pagando un gallo fino a precio de Mercedes Benz, que invirtiendo una fortuna en un disco de ningún éxito solo para su disfrute personal.
         Una vez que la vida comienza a mostrarle la cara fea del futuro, porque fue irresponsable al manejar el presente, entonces se encuentra atrapado dentro del ring, del que saldrá medio muerto, con serias lesiones neurológicas e inservible hasta para comentar por televisión.
          Ese es el destino de los boxeadores que se empeñan en seguir cuando ya no queda carretera, sino un profundo precipicio. El caso de Robinson, de Benny Leonard, de Archie Moore…nunca será el último; el de hoy, tan estelar como los que cité, se llama Roy Jones jr.

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